11 de junio de 2014

Suerte

No tuve demasiada suerte durante los últimos 22 años:
Vi un gato negro
mientras pasaba debajo de una escalera.
Rompí un cristal
al abrir un paraguas en casa.
El 13 de algún mes pasado
derramé la sal sobre la mesa.
Me harté del mundo
todos los domingos.
Bostecé los lunes,
me resbalé dentro de la ducha,
se me cayó todo a los pies en medio de la calle.
Te vi.

Nos conocimos en un bar
escuchando poesía.
Fuiste el primero en salir,
el primero en leer,
el primero en mirarme
y recitarme mis heridas.

Me hablaste mientras esperaba a otro hombre.
Apareciste y desapareciste
como mi suerte estos últimos 22 años.

Idas y venidas
de tu corazón al mío
Cervezas, abrazos, chocolate y chucherías.
Sonrisas, caricias
y un poco de poesía.

Confianzas rotas,
escombros sin curar,
ropa no frost,
música de por medio,
y tu cama deshecha,
abierta de par en par.

No tuve demasiada suerte durante los últimos 22 años
pero te vi,
e hice una apuesta en blanco
y con los ojos cerrados.
La ruleta giraba y yo
con ella.
Me saliste tú,
cambié todas mis fichas
por tenerte sólo un día más

Y ahora,
yo,
tengo suerte.

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