27 de junio de 2014

Carlota Vol.3

Conocer es un verbo grande
casi tanto como querer
pero menos peligroso que "nombrar
es poseer".

Yo la conozco.
La conozco como se conocen las cosas:
siendo capaz de explicárselo a mi abuela:
Podría hablaros de su sonrisa,
de su miedo al fracaso.
Podría hablaros de lo bonito de su risa
cuando llueve
y el cielo no está gris,
de su miedo a que los espejos
le rompan
en mil trozos de mala suerte
durante siete años.
Podría contaros de lo valiente de sus ojos,
de sus manos que me cuidan,
de su gato
y de sus padres.
Podría deciros que sabe de lo frío del invierno
y por eso es siempre primavera
aunque a veces otoñezca
y casi siempre veranee en algún cielo.

La conozco y la quiero
y aún no se me acaban los versos
aunque ya lleve tres poemas.
La quiero por todo lo que me dice
y no se cree ni siquiera ella.
Por todo lo que me salva
con sólo saberla cerca.
La quiero por sus tonterías
y su manera de convertirse en flan
cuando me deja leerla.
La quiero por su poesía,
por ser poesía.
La quiero desde dentro
y hacia fuera
La quiero por el camino, sentada y a la sombra.

La quiero.

La quiero porque es
y siempre ella.
La quiero porque es
y también conmigo.
La quiero porque somos
sin necesidad de poseernos
con un nombre.
La quiero
por Carlota.

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