28 de noviembre de 2012

Des-cúbreme de poemas.
Opin-t-emos juntos la realidad.
Baciémonos de besos las narices,
y  re-cuerdos volvamos a la locura de querernos.

M.

Borracha de tus besos
y tus caricias,
me haces perder el equilibrio
(el poco que me queda)
y me ayudas a bajar las escaleras
de este abismo insoportable
que me marea de noche
(y de día)
cogiendo mi mano y diciendo:
"tranquila, vamos juntos".

26 de noviembre de 2012

2611

 Desayunos con lluvia y galletas.
Amaneceres rotos de amor.
Tazas de "te quieros" con sal.
Vistos y no vistos, agonías
y placeres.
Bordes (de pan) y dulces (de marca).
Miedos e inseguridades
al saber que no te tengo,
al no saber si te tengo.
Principios de incenrtidumbre
(con Ismael Serrano)
que duelen hasta el epicentro de mi cerebro:
el hipopótamo
(o hipotálamo).
Ballenas de corales,
y cayenas de cinturas.
Burbujas de amor, en tu pecera
que, como todas las burbujas,
suben, e inestables
se rompen....

Songs for you

23 de noviembre de 2012

Ellayo.


Y quizá no sea mejor que las demás, pero yo siempre la encuentro cuando la quiero encontrar.
Seguiré jugando limpio y sin trampa ni cartón.
Porque ella es tanto yo como mi voz.
Por hacerme sentir bien tal como soy. Por hacerme comprender qué es el amor.

Y aquí, otra de las canciones que nunca me dedicarás...

De máscaras venecianas

Venecia se viste de carnaval, y los reyes se pasean por el pueblo observando desde la distancia los dolores de colores escondidos tras los trajes.
Se pasean con sonrisas y miradas, purpurina y valentía.
Esas semanas las mujeres son más mujeres, y los hombres menos hombres. Esas semanas se permiten los cortejos infieles, los rechazos sin dolor. Semanas de recato remendado con un par de hilos.
Venecia de trajes y mentiras. Venecia divertida. Sin preocupaciones, que no existen; con sonrisas que sobran; y dudas que pasan inadvertidas.
Venecia y venecianos se visten de facilidades.
Desde entonces las máscaras son el elemento más importante del carnaval (de este carnaval)

18 de noviembre de 2012

Habrá merecido la pena

Y es que se me encoje el alma
y se me eriza el cuerpo
con sólo pensarle a menos
centímetros de mí de los que ahora
nos separan.
Con sólo saberle bailando conmigo,
en mi cama.
Creando un mundo
paralelo donde nadie nos sepa,
nos mire o nos diga.

Un mundo paralelo
suyo y mío.
Pasa sabernos vacíos,
llenos del otro.

14 de noviembre de 2012

Lugares.

 - Donde querrías estar
+ Tecnicidades. Y tú, ¿dónde quieres estar?
- ¿Yo? Yo quiero perderme en tu boca en un lugar concreto. Hace tiempo que conozco ese lugar, pero nunca me decido a besarte
+ Pues lánzate a buscarmelo

Y la besé. Y me besó. Y nos besamos

Librerías y rocódromos.

Prefiero quedarme contigo, aunque estemos separados por una pared. Abriremos un agujerito por el que mirar, una ventanita por la que acercarnos al otro. Viviremos sumergidos en un mundo del que saldremos sólo cuando suene la campana.
Y estaremos el resto del tiempo rodeados de olor a libros viejos, de sueños, de páginas y texturas, de historias. De sudor, esfuerzo, de gente desafiando la gravedad, avanzando hacia el cielo, destruyendo sus propios límites.
Nosotros desafiaremos nuestros propios límites y avanzaremos hacia el cielo, calculando el tiempo que nos queda hasta que suene la campana. Apretando el tiempo, rozando el límite donde acaba nuestro mundo. Nos rodearemos de las historias de otros (haciéndolas nuestras). Llenándonos de polvo, y magnesio, y sudor. Haciéndonos el amor en puntos ciegos.

9 de noviembre de 2012

Será.

Será la ausencia
de ti
lo que me hace quererte
así.
Será la ausencia de ti.
Será el miedo
el que maneja los hilos
de esta inmensa voz.
Serán las ganas
de saberte cerca
las que me dejan
besarte a versos.
¿Será la ausencia de tí
será el miedo,
serán las ganas?
Será...
Será la posibilidad
de tenerte
si te escribo
la que esta noche
se venga conmigo.

3 de noviembre de 2012

Quiero todo contigo.
Quiero que llegue aquella primavera que nos prometimos.
Palabras rotas. Lágrimas rotas. Rabia rota.
Días rotos

2 de noviembre de 2012

Agridulce.

Escúchame bien porque sólo lo digo una vez.
Me quema el alma, las lágrimas escuecen, y hoy los ojos arden.
La distancia ahoga. ME ahoga(s)
Nos miro cada día. Y cada día diferente nos encuentro. A veces ni nos encuentro. Sólo lejos nos intuyo. Tengo las manos llenas. Llenas de amor y rabia, lágrimas y miedo.
Rabia de no tenerte cerca, de olvidarte. Rabia de miedo. Miedo de rabia. Quiero que seas tú y no otro. Quiero odiarte y quiero olvidarte. Quiero decirte todo lo que siento. Quiero destilarme para ti, que no huyas. Quisiera que no hubieses aparecido en mi vida. No quiero hacerte daño. No quiero enamorarme de otro. Quiero hacerlo de ti. Quiero hacerlo contigo. Quiero besarte y saberte, con las mismas letras, sin ningún artificio más que nosotros como variables suficientes e indispensables de este circo.
Quiero volar a tu lado, que vueles conmigo. Llorarte mil versos una vez al día como poco. Y tengo miedo de no poder hacer todo eso. Tengo miedo de enamorarme de otro. De que te enamores de mí. De enamorarme de tí. De que te enamores de otra.Y ahora, ahora que tú avanzas yo retrocedo. Retrocedo con miedo.
Retrocedo para desaparecer. Desaparecer para siempre y para todos. Pero no puedo hacerte daño. No quiero hacerte daño. Eres mi sonrisa, mi mañana y mi bálsamo.
¿Por qué has aparecido? Has desequilibrado todo mi mundo. Y te has marchado, pero como quien se marcha de mentira (para volver). Pero nunca sé cuándo volverás. E intermitente me haces daño.
Frágil de daño me desvanezco para morir en tí, en tu regazo. Sólo tienes que cogerme, al vuelo. Y cuando lo haces, y apareces para decirme "cacahuete" me sumerjo en el infierno. En el más dulce y temible infierno. Apareces como si nunca te hubieses ido (porque es cierto, nunca te has ido). Y todo es rosa y amarillo. El dolor, el miedo y la rabia no existen. Sólo me dejas el amor. Me dejas un amor sempriterno, con sueños tan etéreos que se deshacen reales. Eres mi realidad. Y sonrío cuando estás, cuando me abrazas, cuando me tienes y me besas y me sabes tuya.
Agridulzura, eso es lo que somos. Pero no sé hasta dónde me gusta esa agridulzura.