28 de septiembre de 2014

28.09

El silencio de mi espejo
le reclama a mis entrañas
que le griten
cuando nadie esté escuchando.

La mirada,
morada del miedo,
es capaz de calmarles
con la boca.

Las arrugas se clavan
un poquito más
en esta piel tan tersa.

La norma tapa
de normalidad
lo que nunca debería ser callado.

2809

Los niños tapan los espacios

Las conversaciones se posan
como alcohol
sobre las ampollas

Sus ojos sufren una realidad
que le olvida

Los abrazos se vacían de
desesperación

Las sonrisas cubren a
puñales las mentiras.

Mi silencio
le salva de caer.

Alzheimer

La memoria ya no recuerda
cómo hilar una palabra
tras otra
para saber lo que se debe sentir.
La memoria olvida sus manos
sus labios
sus lugares
sus nombres.
La memoria olvida sus pasos
sus gestos
sus verbos
sus caras.
La memoria olvida.

La memoria la olvida.

Pero sabe,
reconoce mis ojos
mi voz
mis besos.

La memoria olvida
pero sabe del cariño
del calor

del miedo.

La memoria ya no se acuerda de mis datos
pero se sabe aquello del dolor.

La memoria olvida,
pero recuerda.

La memoria aún se sabe
en la niñez
y mi canción de cuna.

22 de septiembre de 2014

2209

Pasamos por las calles
pisándonos los adoquines y las grietas,
drogándonos la prisa en la planta de los pies.
Pasamos por portales
viendo cómo el mundo vaga debajo de un cartón y una manta.
Pasamos por las esquinas
mirándole las piernas a las madres de algún niño.
Paseamos por la tierra
diciendo que no nos vale la pena
toda esa miseria.
Y sin embargo, en el filo de la pobreza
se coloca la delgada raya de la prostitución
Y sin embargo y sin vergüenza
decimos que no nos merece la pena,
que mis lágrimas valen más que su hambre,
que mi dinero vale su humillación,
que no nos merecen la pena.

Pero si eso no nos merece la pena,
¿qué nos merece la vida?

20 de septiembre de 2014

Hay un poema en vuestras bocas
que acaricia la curva de su espalda
un poema que besa la cara interna de sus muslos,
un poema que le toca el sexo y la deshace en un espasmo de placer.
Hay un poema en vuestras bocas.
Pero la boca no ve
sólo habla.

Hay un poema que no ve vuestra boca
donde el cuerpo es una niña

y la mano demasiado vieja.

11 de septiembre de 2014

La rosa.

La rosa guarda pétalos:
ópalos opacos de silencio,
ósculos
oscuros.
Flota ahogada en su secreto.
Vive encerrada entre cristales
que cortan
sin un mínimo de fragilidad:
una rosa que grita
vergüenza
en formato cine mudo.

La rosa aguarda
en el reflejo impuesto
de su culpa
que regrese aquel eco
que rompa la cúpula
a fuerza de voz:
La rosa.             .asor aL
Silencio.            .oicneliS
Secreto.
Y un eco / que no vuelve,
una pajarera que no estalla.
Un oxígeno que se llena.
La densidad callada del aire
que presiona su tallo
con tanto silencio y su secreto,
con el reflejo del eco de su voz
muda.
Un tallo que supura,
una bola del futuro que implosiona,
mil cristales por el suelo,
mil cristales
en sus pétalos.

Piel de Mariposa

"Yo me siento una mariposa
porque soy frágil
pero quiero volar bien alto."

Quiero volar bien alto
con las alas
que salen de cada una de mis ampollas.
Quiero acercarme al mundo que no puedo tocar
y acariciarlo con la mirada.
Quiero cambiar vuestro miedo
por un helado gigante de chocolate.
Quiero jugar a la guerra con vuestra rabia
y mis soldados
llenos
de risa.

Sé / que vivo en el filo constante de la fragilidad
pero quiero seguir siendo una niña
que juega con pompas de jabón.

Papá, mamá,
una vez moví los brazos bien fuerte
y me concentré en despegar
un poquito
los pies del suelo
y os juro, que nunca había visto
una sonrisa como la vuestra.
Y desde entonces,
sé que los pájaros no son los únicos que vuelan
creedme, de verdad, que yo lo he visto.

Quiero / convertirme en mariposa cada día
y volar, volar bien alto
con estas alas
cada vez que sonreímos.

8 de septiembre de 2014

La memoria.

El equilibrio constante
de aquello que no deja de moverse
rotando sobre su eje
desde el centro de la tierra.
El avance circular
que nos devuelve siempre
al mismo sitio atemporal
de su memoria.
La caída agónica del buitre
sobre la sonrisa
carcomida por la muerte
de la hiena.
El último planeta
que se deshace en llanto
frente al sol.
El tiempo que ya no tarda
la luna en llenarse de luz.
La tormenta que no llega,
sino vuelve.
La bala en el sofá
que aparece justo a tiempo.
Lo que pasa sin irse,
lo que aparece sin llegar.
El péndulo de un reloj
que te dice
tic
tac

tic.

7 de septiembre de 2014

Inventario

Tengo una libélula muerta
volando a ras del fango
en el centro de mi cuerpo.
Una orquídea intoxicada
por un río nuclear
saliendo de mi ombligo.
Una gacela huyendo por mi miedo.
Dos espejos rotos
clavados en mis párpados.
Un universo de piedras y gas
ardiéndome la boca.
El ácido de la lluvia
en la punta de mis dedos.

Auto-

Aseguro al pasamanos
la astilla
que ha de clavarse.
Rompo el cristal en perfectos trozos
de muerte
calculada.
Hundo mis pupilas en el agua
para convertirlas en azul
cielo.
Limpio mis cadenas
para no oxidarme
estando atada.
Agarro el fuego
con la palma de la mano
viendo arder el contacto.
Floto en la soledad
de mi NO
impuesto.
Caigo con la fuerza de una bala
en el centro de la tierra.
Muero con todo el cuerpo lleno de libélulas

2 de septiembre de 2014

Progreso

¿En qué lunar de la piel se nos olvidó que era nuestra?
¿En qué palabra exacta nos convertimos en eslogan?
¿En qué zapatilla de Nike empezamos a correr?
¿Cuál fue la primera gota del Canal de Isabel II?
¿Qué viento el que destruyó los molinos de Don Quijote?
¿Qué cerilla fue la culpable del incendio?
¿En qué momento las galletas se convirtieron en hostias?
¿Cuándo dejamos que mastercar decidiese nuestro precio
y el Ikea nuestro hogar?
¿Cuándo que la tecnología dejase de ser el estudio del arte?
¿Cuántas redes sociales necesitamos para ser pescados?

¿Cuántos i-phon, i-pad, i-tuch hacen falta
para convencernos de que no i-vida?

Mis espejos

Frente a nosotras un espejo
que me odia
en silencio.

Silencio.

Ese silencio.

El silencio de la culpa,
el silencio de la rabia.
Del miedo.

Silencio.
Ese silencio.

Educarnos siempre en el silencio
y en silencio
mirarnos a un espejo
que no grita
y a mí me deja sin voz.

Ese
silencio
cargado de reflejos
que se cargan los futuros
y que sólo muestran un puto cuerpo
de prostitución.

Ese silencio de desprecio
que viene después de romper los espejos
que nos señalan con el dedo
y nos dicen que sólo valemos
lo que un tío quiere hacer con nuestro cuerpo.

Ese silencio.