2 de septiembre de 2014

Mis espejos

Frente a nosotras un espejo
que me odia
en silencio.

Silencio.

Ese silencio.

El silencio de la culpa,
el silencio de la rabia.
Del miedo.

Silencio.
Ese silencio.

Educarnos siempre en el silencio
y en silencio
mirarnos a un espejo
que no grita
y a mí me deja sin voz.

Ese
silencio
cargado de reflejos
que se cargan los futuros
y que sólo muestran un puto cuerpo
de prostitución.

Ese silencio de desprecio
que viene después de romper los espejos
que nos señalan con el dedo
y nos dicen que sólo valemos
lo que un tío quiere hacer con nuestro cuerpo.

Ese silencio.

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