20 de septiembre de 2014

Hay un poema en vuestras bocas
que acaricia la curva de su espalda
un poema que besa la cara interna de sus muslos,
un poema que le toca el sexo y la deshace en un espasmo de placer.
Hay un poema en vuestras bocas.
Pero la boca no ve
sólo habla.

Hay un poema que no ve vuestra boca
donde el cuerpo es una niña

y la mano demasiado vieja.

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