29 de mayo de 2014

Carlota Vol.2

Te quiero, Carlota.

Ella tenía el miedo en la punta de los dedos
y la vida en las pestañas.
Se atrevía a mirar revoluciones en la espalda
que solían acabar entre la espada y la pared.
Nació para ser valiente
o nada.
Arriesgaba sus sueños a cada paso que daba
con o sin tacones,
daba igual,
ella era tan alta que llegaba a alcanzar la luna con los dedos
pero sólo cuando no se hacía pequeñita.
Si se sabía débil
se ponía mil corazas más
acertando a encajar, quizá, 1 de cada 1000.
Yo la miraba desde cerca y veía sólo lo que ella me quería enseñar
que unas veces era todo
y las otras también.
Tenía las alas de cristal
y sabía volar a ras de suelo
pero también a la altura de sus sueños.
No sabéis cómo bebía las cervezas
y cómo me sonreía cuando tenía un mal día.
Ella me ha visto en serio ser yo misma.
Me ha visto llorar y reír en décimas de segundo.
Me ha visto amar y sufrir,
me ha visto desangrarme la vida sobre el papel.
Ella se atrevió a mirar y vio de cerca mil escombros
con ganas de soñar.
Se atrevió a limpiar mis alas
se atrevió a soplarme para darme un empujón
y echamos juntas a volar
y desde entonces no sé cuál es el límite entre ella y yo
porque empezamos a ser amigas
y nos convertimos en dos gotas de agua que se entienden
que se atreven a encajar
que se atreven a ser
y juntas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario