2 de septiembre de 2012

Queda pendiente

Tenemos besos pendientes en la puerta
y en cada esquina de tu cuerpo,
digo, de tu ciudad.
Tengo pendiente cantarte
y besarte un ojo por la mañana.
Olerte recién duchado
y amarte bajo mis sábanas.
Enseñarte mi rincón favorito
y que compartamos el shushi.
Un ronroneo en el cesped
y hacer la croqueta río abajo.
Hacerte un regalo,
besarte el alma, robarte el cuello,
atrapar tus vicios y compartir lacasitos.
Tengo pendiente aprenderme tus manías
y no soportarte tres días más.
Tenemos pendiente bailar agarrados,
emborracharnos,
que me desnudes en la cocina
y hacernos un café.
Pendientes quedan las caricias en la espalda
y suspendidas en el aire
mis manos cogiendo las tuyas.
Queda pendiente
construir un nosotros.
Así que vuelvo,
con todo eso pendiente
y tu olor,
tus besos a medio cocer,
tus caricias aún húmedas
y el poema que me debes.

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