8 de abril de 2016

Carta número 1: "Escribo a un lugar llamado Patria"

Vivo en una ciudad extraña llena de extrañas gentes.
Habitan el espacio con sus cuerpos, con sus ropas, con su tiempo. Ocupan el suelo con prisas, con dinero, eficiencia, con "apártate de mi camino, que me estorbas".
Rebosa esta ciudad de Gentes que te recuerdan cada día que no existes, que "no, aquí no".
Y en medio de una calle, quieta muy quieta, te repites una y otra vez:
"si actúas con normalidad todo va a ir bien"
"si actúas con normalidad todo va a ir bien" "si actúas con normalidad todo va a ir bien" "si actúas con normalidad todo va a ir bien"
y te arrastran
"si actúas con normalidad todo va a ir bien"
tiran de ti, te empujan
"si actúas con normalidad todo va a ir bien" "si actúas con normalidad todo va a ir bien" "si actúas con normalidad... "si actúas con norm... "si actúas...
Si actúas. Te conviertes en alguien más si actúas: paseas por sus calles como quien conoce al panadero. Trabajas, te ganas un salario, vuelves a casa, cocinas, duermes.
Actúas como quien tiene una vida.
Qué orgullosos estarían mis padres, piensas. Y hablas con ellos y te preguntan: "¿cómo te va la vida, hija?"
Actúas y todo va con normalidad.

Las gentes te recuerdan cada día tu condición de extranjera, tu condición de refugiada. Te atraviesan la vida con prisa porque no, tú, aquí, no existes.
No vales nada.
Recuerdas entonces tu patria. Querida Patria, ¿dónde te encuentras ahora? Me prometieron cumplir mis sueños. Me prometieron una voz. Me prometieron una vida mejor, o al menos una vida, querida patria, y sin embargo ando descalza en un lugar gastado por el miedo.
Dónde estás tú ahora, mi patria,
¿dónde?.
Dónde ahora que ya no soy tuya,
ahora que soy Ajena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario