Huele a lluvia.
Huele a lluvia como afirmación. Huele a lluvia como obligación. Obligación del susodicho otoño que nos envuelve en su antesala al frío. Afirmación del susodicho otoño que me hace sonreír porque llena el suelo que piso de hojas que hacen "cruanchi cruanchi", de hojas muertas que le dan vida a lo más bonito del frío: el calor.
¿Curioso, no?
Huele a lluvia.
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