25 de mayo de 2014

Precipicios

[Cómo dueles, joder. Cómo jodes, dolor]

[Una mujer con falda está al borde del abismo de un precipicio. Tiene, tan sólo, los talones apoyados. Cae hacia delante y el aire, que le pega hostias en la cara, le aparta el pelo de y la falda de las piernas (hacia atrás). Lleva calcetines amarillos arrugados al final de los tobillos y zapatos de niña. Todo el dibujo es blanco y negro. Excepto los calcetines amarillos. Los brazos bien pegados al cuerpo. Quieta, muy quieta, mientras cae al vacío.]
[Se ve el precipicio desde su nariz. Se atisban unos labios rojos y unos pliegues amarillos, arrugados, al final de los tobillos. Viento que enreda el pelo. Y abajo, en la oscuridad de lo que no se conoce y de donde uno salta se atisba una silueta de hombre con los brazos hacia el cielo. Los brazos muy muy pegados.]
[Cayendo. El hombre se ha cansado de su miedo a las alturas y ha decidido meterse en sus sombras. Desde la sombra no se le ve la cara. Una espalda grande y vestida de camiseta gris. Sólo un ojo, que mira de soslayo cómo la figura con labios rojos, la falda y el pelo hacia atrás por el viento, unos calcetines amarillos, y los brazos bien pegaditos al cuerpo. Quieta, muy quieta, mientras cae al vacío. Con los ojos cerrados.]











"Dime quién va a ser capaz de saltar por tu precipicio sin mirar el vacío que me has dejado;
dime quién va a arriesgar todo el miedo y su boca solo por un poco de realidad de tus manos."
(Ana Barrero)

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