Somos tormenta.
Somos río.
Fluimos con suavidad
cuando nos rozan
el corazón.
Pero siempre estamos
en movimiento.
Nos llueven,
nos alteran,
nos tormentan,
nos sufren
(y nos surfrimos).
Y caemos en cataratas
de agua por alguna
rendija
a un lugar donde hay
más agua.
Etamos eternamente
condenadas al agua
...
A no ser que nos sequemos
...
O nos evaporen"
Somos río.
Fluimos con suavidad
cuando nos rozan
el corazón.
Pero siempre estamos
en movimiento.
Nos llueven,
nos alteran,
nos tormentan,
nos sufren
(y nos surfrimos).
Y caemos en cataratas
de agua por alguna
rendija
a un lugar donde hay
más agua.
Etamos eternamente
condenadas al agua
...
A no ser que nos sequemos
...
O nos evaporen"
Lluéveme y no digas nada.
ResponderEliminar