Nos hicimos agua
bajo la ducha de una caravana,
una mañana de invierno.
Te dibujé para no perderte
hasta las 2 de la madrugada
una noche del jueves.
Me aprendí tus contornos,
tus músculos, los lugares de tu espalda.
Salté sobre tus sábanas,
me revolví contigo sobre París.
Hicimos, de nuestras noches,
destinos a los que viajar,
de nuestros corazones,
montañas donde escalar.
Me encanta que escribas tan agua, tan líquida.
ResponderEliminarY me encantan las 2 de la madrugada de todas las noches de jueves en invierno.