Y quizá no sea mejor que las demás, pero yo siempre la encuentro cuando la quiero encontrar.
Seguiré jugando limpio y sin trampa ni cartón.
Porque ella es tanto yo como mi voz.
Por hacerme sentir bien tal como soy. Por hacerme comprender qué es el amor.
Y aquí, otra de las canciones que nunca me dedicarás...
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