te hice un camino de verbos
-como migas de pan diminutas
en cuentos tradicionales con brujas-
para que me encontrases en plena noche
o a medio día -cualquier hora me iba bien-
y pudieses sorprenderte con mi risa,
con mi manera idiota de mirarte
como si acabases de existir por mi culpa,
o simplemente pudieses acampar en mí
todas tus faltas, derrotas y esperanzas.
-como migas de pan diminutas
en cuentos tradicionales con brujas-
para que me encontrases en plena noche
o a medio día -cualquier hora me iba bien-
y pudieses sorprenderte con mi risa,
con mi manera idiota de mirarte
como si acabases de existir por mi culpa,
o simplemente pudieses acampar en mí
todas tus faltas, derrotas y esperanzas.
junté las mejores letras que tenía,
escribí sin torcerme, con la boca, cada sílaba,
lo hice siempre así,
convencida de que nunca ibas a llegar.
escribí sin torcerme, con la boca, cada sílaba,
lo hice siempre así,
convencida de que nunca ibas a llegar.
y estás aquí
y me siento hablando en chino
y torpe y tuya.
y me siento hablando en chino
y torpe y tuya.
[Patricia García-Rojo]
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