Cuando los poemas hablan de mujeres
siempre lo hacen de la misma manera:desde el amor.
Hablan de nosotras
como si la única opción fuese estar enamorado.
Nos dedican canciones,
versos
y ciudades enteras para nosotras solas.
Pero nadie habla de nosotras como amigas.
Nadie cuenta que un lunes puede convertirse en fiesta
a pesar de ser las 9 de la mañana.
Nadie habla de billetes a Chile o a México.
Ni de perder las horas leyendo poesía.
Los poemas no hablan de amigas que se regalan una pulsera.
No hablan de aventuras a las 8 de la mañana para ir al trabajo juntas
Los poemas NO hablan de "nosotras".
Nadie cuenta que un buen día lo tiene cualquiera,
pero que contigo ningún día es cualquiera.
Tú querías un poema,
y tal vez no sea de amor, pero es de amistad
y es lo más sincero que tengo.
Y te hago versos.
Es decir,
que te convierto en ésto.
Y hablo de ti, de ella.
De ella que es Madrid,
y del sur también un poco.
De ella que es disfraz y chucherías,
que es valiente y ternura,
que es la fortaleza que a mí se me gasta
a mitad de semana.
Hablo de sus ojos que miran más allá.
De su voz y sus manías, de la risa que contagia.
Hablo de proyectos juntas
(en la Conchinchina si hace falta).
Hablo de que a ella se le escapa la vida por los poros.
Hablo de que ella
ES
fotografía.
De lo que hablo es de que ella no cabe en un poema.
Y tu risa habrá sido la mejor envoltura de un regalo
Esto son 19 tonterías y un pedazo de mi vida.
Éstas son tus velas.
Ahora solpa,
y sueña.
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